El Intento de Regulación de Alquileres Temporarios en Argentina: ¿Solución o Destrucción del Mercado Inmobiliario?
El mercado de alquileres en Argentina está en un punto de inflexión. En el año 2023, el escenario inmobiliario se ve sacudido por una nueva propuesta de regulación de alquileres temporarios, un intento que ha generado divisiones en la comunidad de propietarios e inversores.
El alquiler temporario ha surgido como una alternativa viable y rentable en el entorno restrictivo impuesto por la actual ley de alquileres, que muchos inversores consideran destructiva para el sector. La incertidumbre causada por una inflación galopante y el plazo mínimo de alquiler de tres años han llevado a muchos propietarios a preferir alquilar sus propiedades a turistas o temporalmente, minimizando la imprevisibilidad a largo plazo.
Este tipo de alquileres no solo es una salvaguarda para los inversores, sino que también es una herramienta poderosa para fomentar el turismo y atraer dólares genuinos a la economía argentina. Sin embargo, esta alternativa se enfrenta ahora a una posible regulación, impulsada por los mismos sectores populistas y oportunistas que anteriormente se atribuyen la desestabilización del mercado de alquileres convencionales.
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Sin embargo, no todos los propietarios se oponen a la idea de la regulación. Un sector de los mismos argumenta que la regulación puede ser necesaria por cuestiones de seguridad. Según Jorge Daniel Gomez , especialista en el sector inmobiliario sostiene que:
“Las llaves y los accesos al edificio las tienen decenas de personas al mes en algunos casos y pueden poner en riesgo la seguridad de los vecinos en tiempos donde la delincuencia crece todos los días.”
Diego Migliorisi, abogado y corredor inmobiliario, por su parte, sostiene un equilibrio entre los derechos de propiedad y la convivencia pacífica entre vecinos. Afirma que_
“La propiedad privada es un derecho garantizado por la constitución y no se puede violar ni obligar lo que cada propietario o inversor decide hacer con ella. Pero deben tomarse medidas mínimas para la convivencia pacífica y ordenada entre los vecinos.”
Este debate se produce en un momento en que se están proyectando nuevas edificaciones exclusivamente para alquileres temporarios en diferentes puntos del país, lo que indica que este sector del mercado de alquileres sigue en crecimiento, a pesar de las posibles restricciones.
El núcleo del problema reside en la Ley de Alquileres que, si bien fue implementada con la intención de proteger los derechos de los inquilinos, ha generado una serie de efectos no deseados que han puesto en jaque al mercado.
La combinación de inflación desbocada y la imposición de un plazo mínimo de alquiler de tres años ha generado una gran imprevisibilidad. Los propietarios se encuentran ante un escenario en el que los ingresos por alquiler no pueden seguir el ritmo de la inflación, mientras que los inquilinos a menudo se ven incapaces de cumplir con sus obligaciones contractuales debido a la volatilidad de la economía.
Este contexto ha llevado a muchos propietarios a evitar el alquiler a largo plazo y a buscar alternativas más seguras, como el alquiler temporario, especialmente para turistas. Esta tendencia, si bien ha sido una válvula de escape para algunos inversores, también ha generado preocupaciones relacionadas con la seguridad en las propiedades y ha llevado a discusiones sobre la necesidad de regulación en este subsector.
Además, la intervención estatal en el mercado de alquileres ha generado un ambiente de desconfianza entre los propietarios. Muchos temen que la regulación de los alquileres temporarios siga la misma línea que la Ley de Alquileres, acentuando aún más los problemas existentes.
No obstante, existen voces que defienden estas regulaciones como medidas necesarias para proteger a los inquilinos y garantizar un equilibrio en el mercado. Pero la pregunta persiste: ¿estas regulaciones son realmente la solución, o están exacerbando los problemas que pretenden resolver?
Es crucial encontrar un equilibrio entre la protección de los inquilinos y la seguridad y rentabilidad de los propietarios. Sin este balance, el mercado de alquileres en Argentina corre el riesgo de seguir desestabilizándose, con consecuencias perjudiciales tanto para propietarios como inquilinos.
El futuro del alquiler temporario en Argentina es incierto. ¿Se convertirá en el próximo blanco de la regulación excesiva, o podrá seguir prosperando y brindando alternativas para inversores y propietarios, mientras atrae turismo y aporta a la economía del país? Solo el tiempo y el raciocinio de los políticos dira si triunfa el populismo o un crecimiento ordenado.
Por Omar Cufré
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